Cuarzo o automático ¿Por cuál debería decantarme?
Anteriormente hemos hablado sobre el calibre y, aunque mencionamos sus diferencias con el movimiento, hoy queremos centrar nuestra atención en este último concepto. El motivo es sencillo. Entre las consultas que nos llegan a Joyería Larrabe muchas guardan relación sobre qué conlleva comprar un reloj con movimiento de cuarzo o automático. No es una decisión que carezca de importancia. Por eso trataremos de darte pistas sobre qué puede interesarte más y acercarte algunas otras opciones quizá menos conocidas. ¿Comenzamos?
Recapitulemos: ¿Qué era eso del movimiento de un reloj?
Cuando hablamos de movimiento nos referimos a aquello que dota a un reloj de la energía necesaria para funcionar. Para que lo entiendas, es como el corazón del reloj o el motor de un vehículo. El término nació con los relojes mecánicos de bolsillo, cuyos movimientos están compuestos por muchas partes móviles. Este mecanismo interno es el que genera el movimiento de las manecillas y acciona cualquier otra función como, por ejemplo, el cronógrafo, el calendario o la marcación de otros husos horarios.

Puede parecer que existan muchos movimientos diferentes, después de todo encontramos numerosos fabricantes y modelos de reloj. Y es que el movimiento puede provenir de distintas fuentes, y según cuáles sean estas a los relojes los consideramos de un tipo u otro. Sin embargo, todos los movimientos que puedas encontrar se podrían incluir en una clasificación muy breve. Vamos a conocer mejor a los dos movimientos más importantes.
Relojes mecánicos, los de toda la vida
El movimiento mecánico es, sin duda, una obra maestra de ingeniería y precisión. Este nace del conjunto de diversas piezas interconectadas que, al moverse, generan la energía necesaria para hacer funcionar el reloj. Esta energía se provoca mediante un dispositivo de cuerda. Entre las piezas que entran en juego durante este proceso podemos encontrar: el resorte principal que almacena la energía, el tren de engranajes que la recibe y el escape que la lleva hasta el volante, algo así como una especie de péndulo. Dentro de este tipo de movimiento mecánico podemos encontrar dos variantes.
Movimiento mecánico manual.
Este necesita que una persona le de cuerda girando la corona del reloj para que pueda funcionar. De tal modo, la cuerda interior, al desenrollarse crea el movimiento necesario para permitir la medición del tiempo.

Estos son los relojes más tradicionales y muy valorados por los amantes de la relojería. Y motivos no faltan. Su manufactura es tremendamente compleja y su estética luce cargada de sofisticación y elegancia. Por eso es habitual que la caja trasera de los relojes que incluyen este tipo de movimiento sea transparente. Y es que solo grandes maestros relojeros pueden fabricar una maquinaria considerada como joya de artesanía. Un consejo: evita dar cuerda a tu reloj mecánico cuando lo lleves puesto. La posición de la corona complica el acceso y se podría dañar parte del mecanismo.
Movimiento mecánico automático.
También conocido como cinético. Su diferencia reside en que no recibe la energía mediante la corona sino que su cuerda interior se enrolla automáticamente gracias a una pieza de metal llamada rotor. Este gira cuando mueves tu muñeca, de tal modo que la energía que precisa la obtiene mediante la propia actividad de quien porta el reloj a lo largo del día.
Según parece, este mecanismo fue inventado en 1707 y se vale del principio físico de conservación de la energía. Mientras el reloj se lleva de forma habitual en la muñeca, este dispondrá de energía suficiente para impulsar las manecillas y marcar la hora. Eso sí, si el reloj no es usado durante dos o más días debería dársele cuerda manual para activarlo de nuevo.
Existen múltiples relojes destacados dentro de los relojes mecánicos, pero uno de los más mencionados y que incluye el prestigioso blog Horas y Minutos en su lista de mejores relojes mecánicos es el Seiko Prospex Mar PADI, una edición especial con movimiento automático y capacidad de cuerda manual. Su calibre es el 4R36, que le otorga una reserva de marcha de 41h.
Y llegó el movimiento de cuarzo
O los popularmente llamados “relojes de pila”. Estos disponen de una batería eléctrica y están formados por un circuito electrónico. En realidad este tipo de reloj obtiene la energía mediante la vibración que produce una pieza de cristal de cuarzo al pasar por ella la corriente eléctrica de una pila de botón. Para ser exactos, el cuerpo del reloj vibra 32.768 veces por segundo. El cristal está conectado a un dispositivo que hace mover las manecillas del reloj a este ritmo.
En la actualidad es el tipo de reloj más común por su practicidad y precio. Esto se debe a que en comparación con los mecánicos, su fabricación es de menor complejidad. Por eso, desde su invención en la década de los 70, sus ventas no han dejado de crecer. Eso sí, conviene tener en cuenta que la pila requiere ser cambiada una vez entre 2 y 5 años. Por último, añadir que dentro de los relojes de cuarzo podemos encontrar diferentes tipos:
- Analógicos, con las clásicas agujas.
- Digitales, con pantalla LCD donde se refleja la hora y otra información de utilidad.
- Analógicos-digitales, una combinación de las dos opciones con aguja y pantalla LCD.
Existen varias marcas que pueden ofrecerte excelentes relojes de cuarzo. Uno de nuestros favoritos es la colección Conquest de Longines, con diferentes alternativas dentro de este tipo de movimiento. Uno que suele dar buenos resultados es, por ejemplo, el L3.778.4.96.0. Un reloj de esfera y correa de piel azul tremendamente elegante y fiable.
Otros tipos de movimiento
Es cada vez más habitual encontrar un par de variantes de movimiento que se han ido introduciendo en las últimas décadas en el mercado.
Movimiento híbrido.
Como podrás imaginarte, hablamos de una modalidad a medio camino entre un reloj automático y uno de cuarzo. A pesar de no funcionar con batería, su energía proviene de un acumulador que se recarga gracias al rotor. Así, conservan la precisión de uno de cuarzo sin necesidad de cambiar la pila con tanta frecuencia. De hecho, es cada vez más frecuente encontrar relojes de carga solar. La primera casa en irrumpir en el mercado con esta tecnología híbrida fue Seiko.
Smartwatch
El reloj inteligente comienza a ganar fuerza en el mercado y es que su funcionalidad parece infinita. Estos dispositivos electrónicos se conectan mediante red inalámbrica a tu propio teléfono, de tal modo que te permiten realizar un sinfín de actividades en tiempo real. Su energía proviene de una batería que deberá recargarse mediante corriente eléctrica o energía solar. Esto permite ganar en autonomía hasta puntos nunca antes vistos.
Es posible que si hablamos de smartwatch nos vengan a la mente referentes como Garmin o Polar, sin embargo aquí podemos encontrarnos con otro tipo de híbridos. Aquellos que, siendo inteligentes, mantienen características asociadas a los clásicos relojes de analógicos. Un modelo que atrae la atención es el Tissot T-Touch Connect Solar. Este reloj, de diseño robusto, elegante y deportivo, está construido con materiales sumamente resistentes. Su pantalla es digital táctil y su batería es de una duración casi infinita gracias a su carga solar.
“Muy bien pero… ¿con qué me quedo?”
En realidad esa es una decisión que solamente puedes tomar tú, pero quizá podamos ayudarte evidenciando los pros y contras de cada elección. Por una parte, el movimiento de cuarzo ha permitido a las marcas ofrecer relojes con mayor precisión, entre otras cosas porque les afectan menos factores externos como la gravedad o la temperatura. Además, su fabricación masiva y la diferencia de materiales abaratan su precio.
Por otra parte, los movimientos mecánicos se ensucian más fácilmente y los lubricantes se terminan secando. Esto supone un mayor mantenimiento ya que precisan de ser desmontados, limpiados, lubricados y montados una vez cada 4 o 5 años. Además, su compleja manufactura hace que tiendan más a atrasarse o adelantarse, siendo menos precisos. Pero lo cierto es que hay razones menos lógicas y más románticas para elegir un reloj mecánico. Su belleza y su precio dotan a quien lo lleve de cierto estatus. Sus fieles seguidores suelen decir también que el momento del día en que se les da cuerda es como un tiempo de pararse y disfrutar del placer de un pequeño ritual. Al fin y al cabo, no todo es practicidad.

¿Te gustaría conocer otros relojes mecánicos o de cuarzo?
Recuerda, en Joyería Larrabe somos Distribuidor Oficial por lo que si quieres más información, podemos dártela personalmente. Solo tienes que contactar con nosotros y estaremos encantados de darte todos los detalles.